11 de agosto de 2010

Cir

Y es que a veces cenar no es un mero trámite. Muy pocas, contadas, veces cenar se convierte en lo mejor de la semana. Cenar. Cenar con ella.
No es comer para alimentarte. Es hablar para desahogarte y de paso alimentarte. Es hablar de todo y de nada a la vez. Es dar vueltas a un lago sin darte si quiera cuenta. Es volver a una casa vacía y recordar todos los chillidos, risas y conversaciones allí vividas.
Eres tú, soy yo y somos nuestro particular circulo dentro de otro circulo. Y eso me da seguridad y tranquilidad y me hace sentir una persona importante. Al menos para ti. Un circulo que solo formamos tú y yo. Nuestro circulo. Desde hace 20 años.

Millones de círculos concéntricos nos rodean. Pero el más importante para mí, es el que juntas formamos.

Sin ti... sin ti... no sé...