Cosas que jamás llegaré a entender. Ese sentimiento mierdero que te entra cuando sabes que estás hiriendo a alguien, pero no te queda otra alternativa. Eso lo entiendo. Si hacer daño a otras personas no repercutiera negativamente en nosotros, todos seríamos terroristas. Entiendo que dañar a alguien, y más si es importante para ti, duela. Lo entiendo y me parece bien, normal, necesario. Lo que jamás llegaré a entender es el victimismo que renace en algunas personas cuando, a sabiendas de que están haciendo daño, se sienten mal, le dan la vuelta a todo y el papel de víctima se lo atribuyen de manera personal.
Si has hecho daño, has de ser consciente de ello, y apechugar. Bajar la cabecita, aguantar el chaparrón, tragar y asumir las responsabilidades de tus actos. No mola ser la víctima de tu propia cruzada. No mola apretujar corazones y convertir el tuyo en la baja más importante. No mola, en definitiva, hacer daño, pero si lo haces, no seas cobarde.
Y ahora algo que no tiene absolutamente nada que ver. Tras 267 visitas cumplo mi promesa. Os regalo una foto.
