21 de julio de 2011

Excelentisimo Señor Iván Ferreiro

Yo rompí todas tus fotos, tú no dejas de llamarme.

Un corazón no es para siempre. A veces tienes que devolverlo.

Somos los únicos miembros de una sociedad secreta…

Y no hablaremos de los números primos, que solo se dividen por uno o por ellos mismos.

Me gusta comer con las manos. Me gusta comerte la boca.

Si tu lengua es meteoro que la mía sea de cristal.

Solo hay mentiras y con ello lo que quieres es decir toda la verdad.

Y besaré todas las bocas intentando demostrar que sólo existe una.

Vendiendo Europa a los americanos.

Inevitable significa que no se puede parar.

Tristemente puesta en pie acaricia con los dedos la esperanza muerta.

Es horrible el miedo incontenible.

¿Se puede saber qué esperas? ¿Que te mire y que te seque?

No negaré que a veces duela, el mundo es un pañuelo y todo se puede cruzar.

Deja de llorar por los paraísos perdidos. Nunca los perdimos, porque nunca los tuvimos.

La más mordaz, la confianza ciega, de toda mi mecánica.

Te buscaré mucho más allá de lo que exige el tiempo.

Y el corazón me lanzara una mueca Un reflejo sintomático.

Por eso algunas veces cuando nada te obedece, suelo resultar algo dañado.

Solamente están en tu cabeza.

Señor letrado, dele un abrazo a mi pecado.

La torpeza y la vergüenza de este año que no fue, ese año que esperábamos tener.

Podría ser peor se dice y sigue caminando.

Cada minuto que pasamos sin hablar desaparece.

Escribo sobre ti desde hace mucho, incluso antes de conocerte.

Estrella, estrellita quiero que me alcances, que me alcance tu rayo sideral...

Tú lo dijiste un día: "Te quiero, pero no sé bien por qué..."

Si tu te vas me quedará el silencio para conversar.

Algunas palabras se quedan calladas al sonar tus carcajadas.

Eres espectaculo, espectaculo... y ni si quiera lo llegas a notar.

Yo sobrevivo a base de basura y desencuentro.

Te estudié mientras dormías, y aún repaso las lecciones una a una cada día.

Y es que tú y yo, ya no somos como el resto del mundo.

Lo nuestro es como un tornado, es un deseo inexplicable, una manera de emoción, lo nuestros es como un ciclón.

Piensa en frío y dime al oído, tú quien quieres que salga elegido hoy. Ya no sé ni a quien... hubiese elegido yo.

Son preciosos nuestros besos aunque nadie puede verlos.

Desde aquí desde mi casa veo la playa vacía, ya lo estaba hace unos días, ahora está llena de lluvia.

Iván Ferreiro, 21 de Julio Valladolid. Y nosotras que lo veamos. Nervios.