3 de octubre de 2011

El principio de un nuevo comienzo y de un fin.

Se vuelve difícil seguir aquí. Bueno, eso es mentira. Cada vez que entro en Internet y veo el acceso rápido a este rincón, me siento un poco infiel. Soy consciente de que he dejado pasar los días sin escribir, me sorprendo pensando que ha sido porque he estado muy ocupada. Mentira. Desde que el infierno acabó, no he echo nada que haya merecido la pena. Me he dejado llevar por la pereza y el convencimiento de que, tras tanto trabajo merecía un tiempo de descanso. No lo merezco, es todo lo contrario. Se acabó (no definitivamente, no tengo ni la nota ni los papeles). Se acabó la vida ociosa del estudiante. Ahora tengo que empezar a vivir lo que viene después. No se trata de volver a empezar, se trata de empezar, lo que sea. Han sido casi dos semanas de parón. Ya vale. No puedo estar más tiempo así. Necesito empezar, como he dicho, lo que sea. Tengo planeadas muchas cosas, que llevarán su tiempo, pero tengo que empezar con ello. Quizás el principio de todo esto sea una limpieza, una limpieza interior y exterior, de todo lo que me rodea, empezando por las estanterías. Estanterías llenas de apuntes de los cuales ya me examiné, archivé y casi olvidé. Cambiar otra vez el blog, si, otra vez. Necesito otros aires, conocer otras cosas, aprender que es lo que quiero para mi vida. Tengo que empezar a vivir la vida que viviré el resto de mi vida. Tengo que empezar a digerir que, en un futuro, seré arquitectotecnicooingenierodelaedificicación, que eso es mi futuro, que por ello he luchado todos estos años y que definitivamente, tras muchos quebraderos de cabeza, es lo que quiero.
Tengo que empezar a vivir y no dejar jamás de soñar.
Pero eso será mañana. Buenas noches. He vuelto.