16 de noviembre de 2011

Lo que sigue

Me he dado cuenta de que ya me vale. No puedo estar más tiempo con esto parado. No quiero que parezca que solo tengo un blog para cuando estoy triste o cuando estoy agobiada o cuando necesito martirizarme. El problema es que estoy un poco desconectada de todo, no se muy bien en que punto de donde me encuentro. Quizás algo desorientada y desilusionada. Han pasado casi dos meses y tengo que dejar de pensar en el proyecto, porque eso ya se acabó. Tengo que despegarme de él y empezar a pensar en lo que vendrá ahora. El ocho quedó atrás, pero no paro de recordar todo lo que trabajé, todo lo que sufrí y todo lo que lloré, todo lo que me perdí y todo lo que gané. Me esta costando seguir adelante dejando el final atrás. Es como si fuera un novio al que has querido mucho y se marchó. Es como esa sensación de la que hablan los mutilados, que dicen sentir esa pierna o ese brazo que les falta. El miembro fantasma, como dice Albert Espinosa. Sea lo que sea tengo que dejarle marchar, al proyecto, a la carrera. Esa guerra ya está ganada.
Puedo empezar a comerme la cabeza intentado averiguar que hecho puntual me ha empujado a volver aquí. No creo que sea un echo en concreto, sino personas en particular, o un poco de las dos cuestiones.
Hoy pasé una hora entera de pie en la calle, eran pasadas las siete de la tarde y en Valladolid, a esas horas, ya es de noche. Hacía frío. El tiempo pasó volando. Me encontraba a gusto con ella, hablando de la universidad y de lo que queríamos ser de mayores, y por primera vez me pareció ver #elveranodelamuerte desde lejos, como una historia pasada y terminada. Como algo que ya no tenía que ver nada conmigo. Bendigo momentos como estos, en los que alguna fuerza invisible me empuja a seguir hablando, a pesar del frío polar de esta ciudad.
Hoy tomé café cerca de una universidad con una persona que rescaté del pasado, y que ultimamente no me está dando ninguna razón para arrepentirme de ello. De sobra se sabe, que cuando se intenta recuperar alguna historia del pasado, no suele salir bien. Pero si leemos la letra pequeña, nos daremos cuenta de que ni todas las historias ni todas las personas son las mismas. Creo que necesitaba algo así, recuperar algo perdido, recuperar a una persona interesante y volver a conocerla. Han pasado muchos años desde la ultima vez que fuimos amigos, nos han pasado muchas cosas que ninguno sabemos, y es divertido. Es como conocer a alguien nuevo pero sin serlo. Tampoco sabría como explicarlo.
No me apetece analizar nada más, pero hay más. Hay más razones, más hechos puntuales y mas personas. Me están empezando a salir datos, fechas y caras mientras escribo todo esto. Solamente me voy a quedar con la esencia. La esencia de este cambio. El porque de este impulso, la razón. Necesitaba urgentemente algo nuevo. Busco en cada persona conocida, en cada acción cotidiana, algo nuevo. Poco a poco lo estoy encontrando, y no pierdo la esperanza. He vuelto para quedarme (eso dije a primeros de Octubre, espero que esta vez no caiga en saco roto).

El otoño no es para todos