9 de septiembre de 2010

12h

12 horas. Es lo que falta para darte un beso. Es lo que falta para llegar en coche hasta tu edificio y darte todos los besos acumulados en esta semana. 12 horas y Burgos dejará de ser al ciudad que era para convertirse en tu ciudad, y en tu ciudad y la mía cuando vaya a visitarte. Seguirá igual de bonita pero será mas especial. Porque cuando me marche tú te quedarás allí. Si antes Burgos ya representaba la vía de escape a Valladolid, ahora lo hace mucho más. Este lugar sin ti es agotador. Salir sin pensar en verte al final de la noche es solitario. Estar sola en casa, pasar miedo, no poder abrazarte. Discutir con el mundo y no poder desahogarme contigo. Quiero irme ya. Que sean las 12,30 y verte aparecer entre los coches. Quiero dormir contigo. Quiero oírte respirar.
Te echo tanto tanto de menos que me entra la angustia... y solo llevamos separados 5 días. No tengo ganas de nada, solo de pensar en ti.
Quiero tocarte, no solo escucharte. Estoy nerviosa. Necesito contarte mis cosas y ver tu cara. Tu voz no es suficiente.
Quiero estar allí contigo.