26 de septiembre de 2010

Hoy: Domingo

Domingo de esos bonitos. De esos en los que no te levantas sola. De esos en los que a pesar de que tu cama es de 1,30 acabas encogida en un lateral porque el se hace dueño y señor de ella. Domingos en los que te levantas acompañada y te duermes sola.
Domingos en los que nos levantamos juntos y nos acostamos a muchos kilómetros de distancia. Domingo nuevos. Domingos en los que te despides hasta la tarde, y en la tarde te despides hasta el viernes.
Un nuevo concepto de domingo. No son domingos de nos vemos mañana que es lunes. Son domingos de échame de menos esta semana y nos vemos el viernes.
Son domingos concentrados, son 5 días concentrados en una noche y una mañana. Son horas que le robas a las horas. Las exprimes. Son momentos de hagamos esto como si no existiera el mañana.
Y no. No me apetece salir y compartirte. Prefiero tenerte en mi sofá, tumbado sobre mí. Acariciarte el pelo y preguntarme si esta semana te echaré un poquito menos de menos, y poco a poco darme cuenta de que ya me estoy acostumbrado a quererte como siempre pero a kilómetros de distancia.
Son domingos de esos en los que solo te salé enviar un emoticono.