11 de enero de 2011

Dame 15 minutos de crisis

Dame 15 minutos de crisis y llámame tonta. Crisis peritacional. Batidora de cerebro y pierdo la cabeza. Ensalada mizta de metros edificables, computables, construidos y útiles, con aceite, vinagre y poca lechuga. No me he puesto a llorar, porque soy una señorita, porque estaba en una cafetería universitaria y porque tenia compañeros delante... pero juro que si lo de esta tarde me pasa en casa habría estado llorando dos horas seguidas, y lo peor de todo, no me habría atenido a razones. Han sido 15 minutos en los que he repasado todo el trabajo echo a la velocidad de la luz. Casi me muero de la pena. Menos mal que estos dos han sabido frenar mi crisis adolescente de "me quiero cortar las venas", han hablado pausadamente pronunciando todas las sílabas y han conseguido calmarme y darme soluciones. Tampoco ha sido un error garrafal!! Yo es que soy un poco exagerada (y bipolar).