20 de febrero de 2011

Lesbianos en la noche Pucelana

Anoche fue especial. Lo que vi en León, en Madrid, en Burgos y en Aranda, nada tuvo que ver con lo de anoche. Lo de anoche fue inolvidable. Fue de esos momentos, que según suceden, adviertes que jamás se repetirán. Es imposible. Es imposible superar lo que hicieron anoche. Tenía los sentimientos a flor de piel. Cada letra, cada acorde, cada pausa, cada aplauso, hacía de ese momento algo especial. Estar allí, con cuatrocientas personas, saltando, gritando y sudando (sobre todo sudando) ha sido una experiencia irrepetible. Totalmente diferente al resto de conciertos a los que he asistido. Brutal. Enorme. Dos horas y media de Love Of Lesbian en estado puro, sin filtro (y sin tabaco), a lo bruto. El tiempo pasaba volando. Personas completamente desconocidas, gritando de una manera desgarradora, rozándose y sudando al compás de sus canciones.
¿Pero cuántas veces les has visto? Muchas. ¿Vas a pagar 20 euros para verles otra vez? Dejadlo, no lo vais a entender. Bueno es que 20 euros por un par de horas, de algo que ya has visto, me parece una pasada. Dejadlo, no lo vais a entender, no voy a perder el tiempo explicándoos algo que jamás razonaréis. Pues pagar 20 euros por un grupo que no conoce nadie me parece excesivo. Que os calléis.
Me molesta. Pero luego salgo de un concierto como el anoche y absolutamente todo me parece insignificante.