4 de noviembre de 2012

Desde Bham con amor.

Me voy sentar a escribir sin tener muy claro que decir. He sentido la fuerte necesidad de hacerlo. Este trabajo me absorbe el tiempo y el poco que me queda libre lo dedico a desconectar de el. No sé porque he dejado de escribir, cuando es una de las cosas que mas me distraen y me gustan. 
Podría escribir de todas y cada una de las cosas que me han pasado. Han sido muchísimas. No lo voy a hacer. Es cierto que llegué a Birmingham y parecía que alguien ya tenía planeado todo lo que me iba a pasar, parecía que ese alguien había puesto a mi amigo aquí para que yo pudiera vivir con el, que había encontrado el trabajo que tengo, que había escogido a la gente tan maravillosa que tengo por compañeros y que te había  metido en la cabeza lo de mudarte a Bristol. Parecía todo resultado de un plan preconcebido para que yo fuera feliz en esta ciudad. 
Pasados casi dos meses y medio me doy cuenta de que no es así  para nada. No es suerte, aunque sea lo único que parece. Fui yo quien buscó esa "suerte", quien luchó por ella y quien, a día de hoy, lo sigue haciendo. Solo se trataba de tener las cosas claras, ser fuerte y arriesgar. Hice las maletas y me despedí de esa maravillosa familia con la que he convivido siete increíbles meses. Me planté en esta ciudad con lo puesto y nada más llegar me puse a llevar una bandeja llena de platos. No lo había hecho en la vida, nada. Trabajar, trabajar de camarera, vivir sola, ganar dinero, pagar las facturas, hacerme de comer. No lo había hecho en la vida, lo de vivir como siempre he querido vivir. La Clara que cogió aquel avión en Febrero ya no esta. La de ahora es una versión mejorada, más sensata, más feliz, más decidida, más valiente, en definitiva... más adulta. 
Mi vida ha dado un giro de todos los grados habidos y por haber. Mi vida no es como era antes. Mi vida ahora no es ni mejor ni peor que la anterior, es diferente, y me encanta. Estoy donde quiero estar, hago lo que quiero hacer y siento lo que quiero sentir. Y de eso se trata... de sentir. No tengo miedo de sentir, no tengo miedo de mis sentimientos y eso me hace sentir libre. Siento que puedo hacer lo que me proponga, siento que puedo crecer, que nadie me frena. Y de eso se trata... de sentir y de que te sientan. 
Levanté el freno, lo hice nada más aterrizar de nuevo en la isla. Y es una de las mejores decisiones que he tomado este año. Todo va mucho mejor desde que te conocí. Todo va mucho mejor desde que estás cerca de mi ciudad. Todo, absolutamente todo, tiene un tono especial. Signifique eso lo que signifique. Estás aquí, podrías estar en cualquier otra parte de esta enorme isla, pero estas aquí, cerca mío, y eso ya significa un mundo (para mi). Y desde que estás aquí me siento especial. Demasiadas cosas buenas me están pasando desde que estás aquí, sería inexplicable que no fuera por ti. 
La premisa de esto que estamos viviendo bien podría ser "nunca es suficiente". Esto que estamos viviendo no pudo empezar de mejor manera. Sin planear planeamos cosas y lo hacemos sin darnos cuenta. Sin querer queremos cosas juntos y también lo hacemos sin darnos cuenta. Todo sale de manera natural, y lo natural es bueno y bonito. 
El resumen de esto que estamos viviendo sería "sin buscarnos nos encontramos", o "nos encontramos sin saber que nos estábamos buscando", o... no sé, algo así. 
Que siento? Uff... que no siento. Siento que puedo ser quien soy. Siento que puedo hacer planes y que podemos vivirlos. Siento que no hay nada que pueda frenar lo que queramos hacer. Siento que cada cosa que hacemos es única e irrepetible porque la hacemos juntos. Siento que sientes lo mismo. Sentimos y es nuevo, diferente y me encanta. 
Me muero por saber que nos va a pasar y no me aguanto las ganas de nuestro encuentro semanal. Nunca una hora y media de tren había significado tan poco. Nunca una hora y media de tren me había costado tan poco de vivir. 
Es un hecho que esta siendo el mejor año de mi vida, y todavía me quedan dos meses para acabarlo.