15 de marzo de 2011

4.

A menudo se sorprendía imaginando como sería enseñarle los lugares más bonitos y escondidos de su ciudad, como sería cocinar para ella, como sería hablar con ella… Todos estos pensamientos le hacían tiritar.

Poco a poco fue tejiendo un tapiz de sentimientos, sueños y deseos. Poco a poco fue acumulando en su memoria recuerdos ficticios, recuerdos futuros, historias que no habían pasado. Poco a poco se fue enamorando de ella.