Empezar el día comprando unos billetes para Roma. Os prometo que quiero contaros lo de los billetes a Roma y a Londres, lo del control de alcoholemia a las 7,30 de la tarde en Laguna, lo de los
bastoncillos de oído y la absurda clase de
gestión económica de la co
nstrucción que he tenido hoy. Pero no me apetece.